Gestación y construcción El puente de Pino fue inaugurado el 15 de septiembre de 1914 por Abilio Calderón, director general de obras públicas. En su época, el puente resultante fue el de mayor luz, 120 m, y el de mayor altura, 90 m sobre río, de toda España.[3]
Los primeros antecedentes conocidos sobre la gestación de este puente se remontan a mediados del s. XIX, cuando su primer impulsor, Práxedes Mateo Sagasta, se ofreció a impulsar este nuevo proyecto tras ser elegido por primera vez diputado a Cortes por Zamora. Posteriormente Eduardo López Navarro lo estudiaría para un emplazamiento en unos dos kilómetros aguas abajo, siendo su rasante mucho más baja y la solución aportada de dos tramos de fundición.[4]
Por la importancia que para la zona tenía este puente, todos los candidatos a la Diputación a Cortes ofrecía el impulsar la construcción, pero nada se hizo hasta que Federico Requejo, a su paso por la Dirección General de Obras Públicas, logró que se estudiara la carretera de Fonfría a la de Salamanca a Fermoselle, y con ella el puente.[4]
El proyecto finalmente aprobado fue el presentado por el ingeniero José Eugenio Ribera en 1897. Las dificultades que mostraba su montaje, hicieron que ninguna constructora se presentaran a las primeras subastas de la obra. Finalmente, sería la sociedad Duro Felguera la que se quedó con ella y la que inició, pero al llegar el montaje las dificultades le obligaron a ceder la obra a otra sociedad, llamada Montajes, que tras comenzar sus trabajos tuvo que suspenderlos y abandonarlos por las dificultades que acarreaban su montaje. Finalmente, vuelve la obra a manos de su anterior contratista que, bajo la dirección de obra de Robustiano Fernández y con mano de obra de la zona, consiguió finalmente terminar la obra, sin que durante el montaje del arco haya ocurrido incidente o accidente alguno.
El puente de Requejo o puente de Pino se construyó para salvar el paso del río Duero y de su escarpado valle, permitiendo una cómoda y fluída comunicación entre las localidades zamoranas de Pino y Villadepera.
Este viaducto de hierro de comienzos del s. XX fue noticia a nivel nacional por su depurada técnica, belleza y prestaciones, lo que le significó ser un verdadero hito en la evolución histórica de las vías de comunicación de Zamora y de España.
Casi 100 años después, el puente de Requejo sigue contando con una especial aureola, impresa por su especial carácter de obra arquitectónica singular, amparada principalmente por la espectacularidad de su ligero y vistoso diseño. Circunstancia que, a su vez, es azuzada por la sin igual singularidad y belleza de su territorio de acogida, el Parque Natural de Arribes del Duero.
Su construcción, realizado conforme al diseño del ingeniero español José Eugenio Ribera Dutaste, supuso la superación en España de los parámetros de luz y altura de los puentes preexistentes, ya que contó con con 120 y 90 metros respectivamente.
Más Info:
http://es.wikipedia.org/wiki/Pino_del_Oro