Cientos de personas arropan al folclorista Alfredo Domínguez Prada en la presentación oficial de su primer disco en el festival de Carbajales.
Chany Sebastián
La Plaza Mayor de Carbajales congregó a cientos de personas, principalmente de la comarca de Aliste, Tábara y Alba, pero también del resto de la provincia de Zamora y de la vecina región lusa de Tras Os Montes, que disfrutaron a lo grande del Festival de Música Tradicional y arroparon a su promotor, Alfredo Domínguez Prada, un joven hijo de la Villa que allí se confirmada, profeta él en su tierra, como uno de los grandes folcloristas de «La Raya». Alumnos y profesores, expertos y curiosos, nadie quiso perderse la cita con el folclore y todos salieron satisfechos y convencidos: «Mereció la pena».
Alfredo Domínguez Prada asumía la voz cantante e iba presentando uno tras otro los temas de su primer disco «De Carbajales a Salamanca pasando por Tábara» que ve la luz como merecido premio a su declaración en 2010 como «Premio de la Música Tradicional de Castilla y León».
El joven folclorista se atrevió, mucho y bien, con la gaita de fole, la dulzaina, la flauta pastoril e incluso el canto. No cabe duda ha nacido una estrella del folk: el niño prodigio criado a la vera de «Valdoradas» ha pasado a ser un gran maestro del folclore.
El primer tema es una entradilla castellana, continuando con la Jota y Charro de Muga de Sayago, Muñeira de Pimentel, Vals del gaitero, Charrada Peñarandina y Jota, Agarrao y Charro de Carbajales. Luego le toca el turno a la Danza de Tábara, pasodoble, Rumba del Marinero, Picao Serrano, Guareña, Jota Andaluza y Palomita. Temas que fue desgranando en directo.
Guti fue el encargado de buscar y conseguir la sonrisa con sus cuentos donde como siempre estuvo el del «Cura de Cerezal». Sobre el escenario, frente a la iglesia de San Pedro, en la escalinata, fueron pasando, dos de los grupos de los que forma parte, Contrarronda de Salamanca y Danza del Paloteo de Tábara, así como Raíces del Duero de Zamora. Allí estuvieron también los dos grandes maestros de maestros Pablo Madrid y Alberto Jambrina y un tercero, el joven Mario Roncero.
Unos y otros en solitario y acompañando a Alfredo Domínguez ilusionaron a la concurrencia que abarrotaba la Plaza Mayor. El folclorista dejo muy claro su saber y su amor a la tierra llevando siempre por bandera la música, el baile y a su pueblo: Carbajales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario